Kenogard recomienda el uso del insecticida Dimilin Oleoso B para combatir la procesionaria del pino –Thaumetopoea pityocampa–.
El producto, reglamentado por las actuales normas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, es completamente seguro e inocuo para los seres vivos (*A excepción de los Lepidópteros)
Desde la Conselleria d’Agricultura, Medi Ambient i Territori del Govern de les Illes Balears se ha puesto en marcha una campaña de fumigación para combatir la procesionaria del pino, una de las plagas de lepidóptero que más afecta a los bosques mediterráneos y que ha llegado con fuerza a las Islas Baleares.
La procesionaria del pino es una plaga provocada por un insecto lepidóptero nocturno que tiene la forma de oruga en la fase larvaria y que de adulto se convierte en una mariposa. Pasa su mayor parte del ciclo vital en forma de oruga y es justo cuando provoca los daños más importantes, defoliando pinares enteros y causando graves afecciones alérgicas a personas y animales.
La campaña propuesta por la Conselleria consiste en fumigar desde el aire las hectáreas de pinar afectadas con una mezcla de aceite parafínico (Banole) y de Dimilin Oleoso B, un insecticida comercializado por Kenogard cuyo principio activo es el diflubenzuron, un potente inhibidor del desarrollo de los estadios de larva. La aplicación del insecticida por medios aéreos es necesaria ante la inviabilidad técnica de los tratamientos terrestres en zonas infestadas con una superficie muy extensa y heterogénea. Una propuesta que parece no convencer a grupos ecologistas y entidades agrarias quienes han pedido al gobierno balear su paralización.
Así mismo, Dimilin Oleoso B es considerado uno de los productos más efectivos en la lucha contra la procesionaria del pino. Sólo contiene un 1,5% del principio activo (diflubenzuron) por lo que no significa ningún riesgo para la salud de las personas. Se trata de un producto, registrado por el Ministerio de Agricultura con el nº registro 21.197, específico contra plagas forestales, altamente selectivo, de categoría AAA, es decir con el mejor perfil toxicológico para seres vivos (mamíferos, aves y peces) y además compatible con abejas. Un producto seguro e inocuo para los seres vivos, como pone de manifiesto el hecho de que desde hace más de dos décadas no ha reportado incidencias negativas ni para la salud humana ni animal ni para el medio ambiente. Se trata de un producto autorizado desde hace 20 años en España y en diversos países del Sur de Europa y que se comercializa y utiliza en todo el mundo.
Por otro lado, cabe resaltar que los tratamientos aéreos se realizan previa autorización de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria y bajo el estricto control y seguimiento de las autoridades competentes de las Comunidades Autónomas, cumpliendo además con lo establecido para las aplicaciones áreas en el Real Decreto 1311/2012, por el que se establece un marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.
La aplicación del producto Dimilin Oleoso B se realiza con las mitigaciones de riesgos medioambientales y de riesgos en la manipulación suficientes para garantizar un uso seguro del producto para el aplicador, el transeúnte y el residente.
Por todo esto, desde Kenogard, como empresa comercializadora del producto en España, defendemos el uso de Dimilin Oleoso B para combatir la procesionaria de pino y aseguramos que su aplicación no ocasiona problemas para la salud del ser humano, siendo su utilización y aplicación reglamentadas por las actuales normas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Sobre la importancia de los bosques
Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida. Son el hábitat de multitud de seres vivos, regulan el agua, conservan el suelo y la atmósfera y suministran multitud de productos útiles. La vida humana siempre ha mantenido una estrecho relación con el bosque.
Según establece la FAO “los bosques cuentan con un papel de protección ambiental. Sólo pueden aportar dichas funciones si se encuentra en su estado natural y bajo buenas condiciones ecológicas naturales o si, siendo utilizado, se lo gestiona de modo sostenible. Bajo tales condiciones, la salud y la vitalidad del bosque son muy importantes. Es la vitalidad de los bosques la que permite que crezcan con suficiente fuerza y vigor, de manera de poder contrarrestar las fuerzas físicas que afectan a los suelos a través de la erosión del agua. El mismo vigor permite que una arquitectura bien estructurada y un follaje abundante se opongan a la erosión del viento. La salud de los bosques es fundamental para muchas de sus funciones ambientales. Sin embargo, los bosques son a veces afectados por los insectos y otras plagas. Pueden ser perjudicados por otras alteraciones fisiológicas, dependiendo de los cambios climáticos, especialmente de las sequías”.
De la necesidad de combatir estas posibles afectaciones nacen los productos fitosanitarios, una de las herramientas más eficaces para controlar la proliferación de plagas forestales. Una herramienta aplicada por profesionales especializados (Técnicos Forestales) que evitan los daños por defoliación de los bosques y conservan el equilibrio del medio ambiente con el objetivo de evitar cualquier riesgo para al ser humano.
En Kenogard, como multinacional dedicada a la investigación y desarrollo de productos fitosanitarios para la protección vegetal, trabajamos para cuidar a los bosques como se merecen como ecosistema imprescindibles para la vida que son.
*Foto: http://commons.wikimedia.org