La conjunción entre el suelo, la planta y la atmósfera conforman un sistema completo, donde el suelo es el anclaje para las plantas, además de un sistema de almacenaje de agua y el oxígeno que absorben las raíces. Por su parte, la atmósfera es una fuente de demanda de agua ilimitada y la planta es la unidad conductora entre el suelo y la atmósfera, puesto que absorbe el agua del suelo, luego circula por el xilema y, finalmente, sale a través de los estomas de las hojas hacia la atmósfera.
En el comienzo de la primavera las plantas pueden verse afectadas por estrés debido a las temperaturas extremas como las heladas que, por definición, son un descenso térmico capaz de causar daños a los tejidos vegetales (hojas), incluso provocar la muerte de la planta, ya que altera o impide el normal desarrollo de sus órganos y funciones.
Se pueden describir tres tipos de heladas: por evaporación (a causa de la baja temperatura del entorno se acumula el agua sobre las hojas y estas la absorben), helada blanca (se forma escarcha o hielo sobre el material vegetal) y helada negra (enfriamiento general de la atmósfera sin que haya punto de rocío y, por consiguiente, se formen cristales de hielo sobre la superficie de los cultivos).
Todas ellas son especialmente dañinas para los tejidos vegetales y el posterior rendimiento del cultivo de valor comercial.
Para contrarrestar estos efectos adversos del estrés abiótico (producido por el factor diferencial de temperatura), HOUSTON® brinda una concentración equilibrada de osmoprotectores, en el que destacan la glicina-betaína y la prolina.
Su alto contenido de glicina-betaína regula el intercambio hídrico de las células y mejora la resistencia de las plantas frente a situaciones de estrés provocadas por temperaturas extremas protegiendo contra daños en el futuro cultivo y manteniendo además la tasa fotosintética.
Gracias a su contenido en prolina (aminoácidos) ayuda en la fase de recuperación al transformarse en ácido glutámico, lo que se traduce finalmente en fomentar el cuajado tras la polinización.
Además, conlleva a una mayor eficiencia en la toma de nutrientes en los tejidos de las plantas, que a lo largo del cultivo comporta en una alta reducción de sufrir fisiopatías (aborto de frutos recién fijados, mala calidad de la flor, cracking), lo que favorece el aumento de la producción y, en consecuencia, la obtención de una cosecha de óptima calidad comercial.
HOUSTON® es, por tanto, una solución para mejorar la fisiología general de la planta y permite reducir el tiempo de respuesta de la planta frente a estas condiciones de estrés, en especial en las plantaciones más jóvenes que sufren con las heladas.
Bioestimulante especial autorizado en agricultura ecológica que incorpora en su formulación un conjunto de moléculas osmorreguladoras y antioxidantes que permiten a los cultivos tolerar y recuperarse mejor del estrés abiótico. Su elevada concentración en glicina-betaína y prolina asegura una excelente tasa fotosintética, mejora la síntesis de proteínas y favorece la fisiología general de la planta.