La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un lepidóptero defoliador que ocasiona daños considerables en extensiones importantes de bosques de pinos, origina urticaria y provoca trastornos alérgicos a las personas y a los animales. Esta plaga va en aumento según ha informado el departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña ya que las condiciones meteorológicas de los últimos años en Cataluña, con inviernos y otoños muy templados, han hecho que la mortandad de las orugas haya sido muy inferior a las habituales con el resultado de un importante incremento de esta plaga.
Para contrarrestarlo, se triplicarán las fumigaciones aéreas que comenzarán sobre 20.000 hectáreas de bosques en 43 municipios de las 12 comarcas más afectadas y se limitarán de acuerdo a la legislación vigente que prohíbe los tratamientos aéreos a menos de 100 metros de zonas habitadas.
Existen varios métodos para controlar esta plaga en masas forestales pero el que se utilizará será Bacillus thuringiensis kurstaki; un insecticida biológico que se aplica con una mochila, cañón o en tratamientos aéreos en Ultra Bajo Volumen (ULV). Es biológico, compatible con la agricultura ecológica y no está clasificado como tóxico, ni irritante ni como peligroso para el medio ambiente ni para los organismos acuáticos.
Para este tipo de tratamiento de los bolsones, se lleva a cabo la aplicación pulverizada directamente con el insecticida biológico Foray® 48B que se emplea con éxito desde hace varios años en los programas de defensa contra distintas especies de lepidópteros defoliadores en vastas áreas territoriales y en ambientes muy complejos, como lo son los bosques y los parques y jardines, sin correr el riesgo de modificar el equilibrio entre los distintos componentes biológicos existentes.